Tomo un café caliente mientras miro por la ventana de mi casa. Pienso en todo lo que ha pasado en este 2024: un año de cambios personales, laborales y emocionales. Algunos de ellos me sacudieron profundamente, pero también me regalaron claridad y fortaleza. Estoy agradecida porque todo está en movimiento, porque cada desafío me ha enseñado algo valioso. Hace un año estaba en un lugar completamente diferente, y me maravilla lo mucho que he avanzado. Este año me siento muy agradecida, he tenido el privilegio de ayudar a muchas personas en su proceso de transformación, y mi deseo para 2025 es poder acompañar a aún más.
El secreto del cambio, no está en luchar contra lo viejo, sino en enfocar tu energía en lo nuevo. No temas a las nuevas etapas; ellas son la esencia de tu evolución. Los obstáculos no bloquean el camino, son el camino. Nuestro único trabajo es volver a nosotras mismas, amarnos, reconciliarnos y abrazar cada parte rota que necesita sanación.
El inicio de un nuevo año no tiene por qué ser un evento lleno de presión o listas interminables de metas. Al contrario, puede ser un momento de autocuidado y reconexión contigo misma. Porque, al final, lo que importa no es solo lo que quieres lograr, sino cómo te sientes mientras lo haces.
Cuando un año llega a su fin, algo más profundo sucede en nosotras. No solo estamos cerrando un calendario; estamos dejando atrás vivencias, emociones, retos y aprendizajes. Nuestro inconsciente, siempre atento, percibe este cierre como una oportunidad para soltar, para liberarse de lo que ya no necesitamos y preparar el terreno para lo que está por venir.
A menudo, cargamos con bloqueos, miedos o creencias que no hemos tenido tiempo de procesar durante el año. Estos bloqueos pueden manifestarse como una sensación de pesadez, como si algo nos impidiera avanzar con fluidez. Pero aquí está la clave: este momento del año nos invita a detenernos, a mirar hacia atrás con amor y gratitud, y a reconciliarnos con cada parte de nosotras mismas.
Cómo cerrar el año de manera consciente
El cierre de año es un ritual en sí mismo, y te propongo que lo vivas con intención. Aquí te dejo un proceso que puedes seguir para cerrar este 2024 y entrar al 2025 con una energía renovada:
1. Reflexiona sobre tu año
Busca un lugar tranquilo, enciende una vela o una varilla de incienso, y escribe sobre tu año. Hazlo desde un lugar de gratitud. Puedes responder preguntas como:
- ¿Qué logros he tenido este año, grandes o pequeños?
- ¿Qué desafíos enfrenté y qué aprendí de ellos?
- ¿Qué situaciones, relaciones o emociones necesito soltar?
- ¿De qué me siento más orgullosa?
Este ejercicio te ayudará a poner en perspectiva todo lo que viviste y a identificar lo que ya no necesitas cargar contigo.
2. Suelta lo que no te sirve
Una vez que tengas claridad sobre lo que quieres dejar atrás, realiza un pequeño ritual de liberación. Escribe en un papel todo aquello que deseas soltar: miedos, creencias limitantes, relaciones tóxicas, hábitos que ya no te aportan. Luego quema ese papel (de manera segura) mientras visualizas cómo el humo se lleva todo eso que ya no te sirve. Si lo prefieres, puedes enterrarlo en la tierra como símbolo de transformación.
3. Pide ayuda a tus guías y ancestros
La conexión con nuestras raíces y nuestra espiritualidad puede ser un gran apoyo en este proceso. Dedica un momento para pedir ayuda a tus guías, a tus ancestros, o a esa fuerza superior en la que creas. Agradece por su acompañamiento durante este año y pídele claridad y protección para el que comienza. Puedes hacerlo en voz alta o escribiendo una carta.
4. Declara tus intenciones para el nuevo año
Con el corazón abierto, escribe tus deseos para 2025. No lo hagas como una lista de «cosas por hacer», sino como una declaración desde el alma. Por ejemplo:
- Este año me permito ser auténtica y vivir con alegría.
- Cultivo relaciones que me nutran y me impulsen.
- Cuido de mi cuerpo y mi salud con amor.
- Me abro a nuevas oportunidades y aprendizajes.
Pon estas intenciones en un lugar visible para recordarlas a lo largo del año.
5. Crea un objeto simbólico
Puedes crear un amuleto o un objeto que represente tus deseos para el próximo año. Por ejemplo, un pequeño frasco con hierbas, piedras o elementos naturales que simbolicen protección, abundancia y amor. Cada vez que lo veas, recordarás tu compromiso contigo misma.
Consejos prácticos para empezar el año nuevo
- Haz espacio en tu vida: Dedica tiempo a limpiar y ordenar tu hogar. Libérate de cosas materiales que ya no usas; esto también es un reflejo de lo que sucede en tu interior.
- Escucha a tu cuerpo: Muchas veces nuestras emociones no procesadas se manifiestan como síntomas físicos. Presta atención a lo que tu cuerpo te dice y dale el cuidado que necesita.
- Crea un ritual diario: Puede ser algo tan simple como meditar 5 minutos al despertar, escribir un diario o dar gracias antes de dormir.
Una invitación final
Este cierre de año no tiene que ser perfecto, ni tú tampoco. Honra tu camino, con
todo lo que implica: lo bueno, lo complicado, lo inesperado. Cada paso que has dado te ha llevado a este momento, y eso ya es motivo de celebración. Recuerda Honra todo lo que viviste, reconoce lo que ya no te sirve y planta semillas para lo que quieres cultivar. Y recuerda: el verdadero cambio comienza dentro de ti.
¡Feliz cierre de año y un 2025 lleno de posibilidades infinitas!
Isabel eres una persona muy auténtica, un ángel en la tierra. Muchísimas gracias por tu generosidad 💝